Es una de los perfumes más vendidos en Francia desde hace décadas. Su nombre provocador, hace referencia a la droga y a la adicción. El objetivo era conquistar el mercado americano por lo que recurrió al escándalo y a un lanzamiento al estilo Hollywood. El diseño del frasco se confió a Pierre Dinand quien se inspiró en un inro, una caja tradicional japonesa para guardar objetos pequeños. como el vestido tradicional japonés no tiene bolsillos, se completaba con estos recipientes. En el frasco se reflejaron los compartimentos y se decoró con un cinturón tradicional japonés.